Colombia, quinto país del mundo con más asesinatos de ambientalistas
Entre 2002 y 2013 en el país asesinaron a 52 defensores del medio
ambiente. En el mundo murieron 908 personas por la misma causa
Brasil es el país donde más
caro sale defender el medio ambiente. Un informe de la ONG Global Witness, que recopiló el número de
asesinatos de defensores del medio ambiente entre 2001 y 2013 en 35 países,
concluyó que en el gigante de Suramérica murieron 448 personas por esta causa.
En el mundo, el total fue de 908.
En segundo lugar figura
Honduras con 109, Filipinas con 67, Perú con 58 y Colombia aparece en el quinto lugar con 52 asesinatos.
El peor año de la década para los defensores del medio ambiente fue 2012 cuando
se produjeron 147 asesinatos, casi tres veces más que el primer año de la
serie.
El informe titulado Deadly
Environment (Medio ambiente mortal) es publicado precisamente cuando se celebra
el vigésimo quinto aniversario del asesinato de Chico Mendes, el famoso
recolector de caucho y activista ambiental brasileño.
“La falta de atención que reciben los crímenes
contra el medio ambiente y contra los defensores de la tierra está alimentando
una impunidad a nivel endémico, como demuestra el hecho de que solo se ha
podido constatar la condena de poco más de un 1% de los autores de estos
crímenes”, apuntaron los autores.
El panorama que muestra este
estudio es incompleto, como lo reconocieron los investigadores, pues la
información confiable escasa en muchos países. Sospechan que en países
africanos como Nigeria, la República Democrática del Congo, la República
Centroafricana o Zimbabue es posible que exista un alto número de muertes
asociadas a la defensa ambiental.
John Knox, experto independiente
de la ONU sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, declaró: “los derechos
humanos solo tienen sentido si la gente puede ejercerlos. Los defensores de los
derechos humanos en relación con el medio ambiente se dedican a garantizar que
podamos vivir en un medio ambiente que nos permita disfrutar de nuestros
derechos fundamentales, incluidos los derechos a la vida y la salud. La
comunidad internacional debe esforzarse más para proteger a estas personas de
la violencia y los abusos a los que se enfrentan por su trabajo”.
Al menos 661 de los asesinatos mencionados (esto es, más de dos
tercios) se cometieron, entre otros factores, por conflictos por la propiedad,
el control y el uso de la tierra.
En el nuevo informe se analiza la situación en Brasil, donde las principales
causas son las disputas por la tierra y la tala industrial, así como la
situación en Filipinas, donde la violencia parece estar estrechamente vinculada
al sector minero.
Andrew Simms, de Global
Witness, comentó que “a no ser que la comunidad internacional tome medidas
urgentes, morirán más personas a las que deberíamos estar rindiendo homenaje
por su heroicidad”
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